U2 Perspectiva

En un mundo bi dimensional  la longitud y la anchura determinan un plano  sobre el que se pueden mostrar trazos visibles y que no tienen ninguna profundidad que no sea de tipo ilusoria.  El mundo bi dimensional es esencialmente una creación humana. Dibujar, pintar, imprimir, teñir o incluso escribir son actividades que conducen a la formación del mundo bi dimensional.

Vivimos en un mundo de tres dimensiones. Lo que vemos delante de nosotros no son imágenes lisas, que tienen solo ancho y largo, sino una expansión  con profundidad física, la tercera dimensión. Lo que vemos es un espacio continuo  en el que estamos incluidos.

El diseño tridimensional

En forma similar al bi-dimensional, el diseño tridimensional procura establecer una armonía y un orden visual. Es mas complicado que el diseño bi-dimensional porque deben considerase simultáneamente varias perspectivas desde ángulos distintos y porque muchas de las complejas relaciones espaciales no pueden ser fácilmente visualizadas sobre el papel.

Un diseñador tridimensional debe ser capaz de visualizar mentalmente la forma completa y rotarla en todas sus posibles direcciones como si la tuviera en sus manos

Las tres dimensiones primarias

Las 3 dimensiones son largo, ancho y profundidad. Para obtener las 3 dimensiones de cualquier objeto debemos tomar sus medidas en direcciones horizontal, vertical y transversal

Los elementos conceptuales de un diseño tridimensional no difieren mucho de un diseño en dos dimensiones y son el punto, la línea, el plano y el volumen que es el recorrido de un plano en movimiento. Las formas tridimensionales se ven diferentes desde ángulos y distancias distintos y bajo diferentes condiciones de iluminación. En el diseño tridimensional hay varios grupos de elementos:

•Los conceptuales: punto, línea, plano y volumen.
•Los visuales: figura, tamaño, color y textura.
•Los de relación: posición, dirección, espacio y   gravedad.
•Los constructivos: vértice, filo y cara.



El camino hacia la perspectiva

El arte de la Edad Media ignora la perspectiva, las figuras se acomodan en espacios planos y sin apenas profundidad. La invención de la perspectiva en el Renacimiento no se debe a un  solo genio, sino a un proceso de investigación con aportaciones de diferentes artistas.  Los pioneros fueron pintores como Giotto (1266-1337), Ambrogio Lorenzetti o Paolo Ucello. Pero las aportación definitiva partió del arquitecto florentino Filippo Brunelleshi (1377-1446). 

Hacia el año 1420, cuando empezaba a estudiar la construcción de la cúpula de la Catedral de  Florencia, Brunelleschi inventó un ingenioso sistema de representación que, a partir de un dibujo  visto en planta y en alzado, permitía dibujar en perfecta persepctiva.

Rafael fue una de las figuras punteras del Renacimiento en Italia y uno de los primeros en emplear la perspectiva para dar a sus obras un amplio sentido escenográfico acorde con la nobleza de los temas.

Rafael (1483-1520) Los desposorios dela Virgen. Gallería degli Ufizzi (Florencia, Italia)

Los pintores y arquitectos del Renacimiento italiano, incluidos Filippo Brunelleschi, Masaccio, Paolo Uccello y Piero della Francesca, así como el matemático Luca Pacioli, estudiaron la perspectiva central, escribieron tratados sobre ella y la incorporaron en sus realizaciones, contribuyendo así a las matemáticas del arte.

CONCEPTOS DE PERSPECTIVA

En la ilustración de un antiguo tratado de perspectiva de Jan de Vries, se comprenden los conceptos claves de esta disciplina: La línea de fuga se dirigen todas ellas a un mismo punto: El punto de fuga.

Este coincide con la cabeza (con los ojos, en la realidad) de la figura: con su punto de vista. Y ese punto de vista está situado sobre la línea de horizonte de toda la escena.

El punto de vista está siempre en algún punto del horizonte y equivale al punto de fuga, y a él se dirigen todas las líneas de fuga del dibujo.



Elevación del horizonte

El horizonte se halla siempre delante de nosotros, a la altura de nuestros ojos. el ejemplo más explícito lo vemos en el mar, mirando al frente: Es la línea que limita el agua y el cielo y que, naturalmente, se sitúa a la altura de la vista. Esto es así tanto si nos situamos en la playa como elevados sobre las rocas. De modo que, la altura o elevación del horizonte depende del punto de vista.

PUNTO DE VISTA Y PUNTO DE FUGA

El punto de vista, siempre a la altura del horizonte, es el lugar hacia el que se dirigen todas las líneas de fuga. Esto es así porque el ojo es el lugar donde, lógicamente, convergen todas las imágenes visibles, al representar esas imágenes (el tema que se desea dibujar o pintar), ese ojo o punto de vista queda definido por un punto del horizonte: el punto de fuga. Siguiendo con esta equivalencia entre punto de vista y punto de fuga, hay que añadir que la convergencia de imágenes en el ojo se traduce, en nuestra representación, por la convergencia de las líneas de fuga en el punto de fuga. Resumiendo: El punto de vista está siempre en algún punto del horizonte y equivale al punto de fuga, y a ese punto se dirigen todas las líneas de fuga del dibujo.

Las indicaciones de la fotografía muestran las líneas de fuga del tema convergiendo hacia un punto en el horizonte: el punto de fuga. La representación de este tema se realizó respetando esa convergencia.


La percepción tridimensional depende de diversos factores:

• Juego de luz, el cual va a depender del lugar donde se encuentra la luz, y del lugar donde el objeto la percibe; gracias a ésta se puede ver el objeto como tal, su color, textura, y profundidad. También se observa que las superficies más próximas a la luz reciben la máxima iluminación gracias a su ubicación, en cambio aquellas que se desvían de la luz reciben menos iluminación.
• La forma del objeto, esta posee un efecto directo sobre la distribución de las zonas iluminadas y oscuras, ya que es sobre este objeto que se va a reflejar la luz.
• El espacio, en el cual todo objeto ocupa un espacio en la naturaleza. El espacio también se relaciona directamente con la distancia que existe entre los cuerpos. Para comprender un objeto tridimensional hay que verlo e imaginarlo con ángulos y distancias para luego poder interpretarlo como es en realidad. Así un objeto es o se ve de forma tridimensional cuando presenta las dimensiones: ancho, largo y profundidad.

Perspectiva intuitiva

La simple representación de unos objetos delante de otros ya ofrece una sensación de profundidad espacial. Asimismo, al dibujar objetos semejantes pero de distinto tamaño conseguimos que los menores parezcan más cercanos que los menores. Estas representaciones intuitivas de la profundidad son a menudo suficientes para resolver temas de dibujo. Pero cuando se trata de organizar vistas con elementos de caras y aristas rectas, entonces interviene la perspectiva lineal, ya que no es posible dar coherencia a la representación sin usar un sistema general que determine la inclinación de esas rectas vistas en perspectiva, es decir la inclinación de las diagonales en el dibujo.

Perspectiva Lineal
La perspectiva lineal en la pintura es un conjunto de reglas usadas para dibujar objetos tridimensionales sobre una superficie plana (bidimensional). Existen 2 reglas básicas de la perspectiva lineal:
Regla N°1: Los objetos que están más cerca parecen más grandes.

Las pinturas representadas acá son del mismo tamaño en la vida real. En la ilustración, se puede  ver claramente cómo el tamaño de las imagen cambia con la distancia. A medida que la distancia se incrementa, las imagenes parecen más pequeñas. La imagen más cercana a nosotros es la más grande, la segunda es más pequeña y la última es la más pequeña de todas.

Regla N2: Las líneas paralelas se interceptan en el horizonte.

Si miras al final de la calle observarás todo el diseño confluye en el mismo punto. Este punto estará en el horizonte.


Perspectiva cónica: También denominada perspectiva central, sus características más distintivas son que los objetos representados son más pequeños a medida que aumenta su distancia al observador; y la convergencia en un punto de fuga de la representación de las líneas paralelas del modelo.

Hablamos de perspectiva cónica oblicua - o perspectiva cónica con dos puntos de fuga- cuando ninguno de los planos del objeto es paralelo al plano del cuadro y, por tanto, sus planos se encuentran en direcciones oblicuas respecto al punto de vista del observador.

A medio camino entre el arte y la técnica, arquitectos y urbanistas se han valido de este tipo de perspectivas para dar una mejor idea del aspecto que podrían tener sus propuestas constructivas, más allá de la información facilitada por planos en planta y alzado.